Disolución del Matrimonio y Disolución de una Pareja de Hecho.

Este es el término legal utilizado para lo que comúnmente se conoce como un divorcio. El término equivalente para las parejas de hecho sería «Disolución de una pareja de hecho». El objetivo de la disolución es terminar con todos los vínculos legales entre ambas partes.

Es muy importante que sepa que para proceder o incluso iniciar este proceso no es necesario que ambas partes estén de acuerdo en terminar el matrimonio o la unión, ya que ninguno de ellos no puede obligar al otro a permanecer en la relación. Cualquiera de las partes puede tomar la decisión de terminar la relación y emprender acciones legales al respecto, y en caso de que la otra parte se niegue o no quiera divorciarse no puede detener el proceso, independientemente de que la otra persona esté dispuesta a participar en la acción o no. La falta de participación probablemente conllevará a que la corte dicte una sentencia por defecto, no a la desestimación de la solicitud de divorcio, y el divorcio seguirá adelante.

La corte tomará las decisiones finales sobre la división de los bienes y propiedades de la pareja en caso de que las partes no puedan llegar a un acuerdo sobre el divorcio o la unión y todos los asuntos relacionados. La corte tiene competencia para determinar si una persona recibirá apoyo financiero de la otra en lo que respecta a los hijos menores y dictar otras órdenes sobre cualquier otro asunto relacionado.

Separación Legal.

La separación legal no pone fin al matrimonio o a la pareja de hecho de forma legal, pero permite a las dos partes implicadas vivir separadas y tomar sus propias decisiones sobre el dinero, los bienes y los temas de la crianza de sus hijos. Esto permite a las partes involucradas dividir sus bienes, propiedades e incluso deudas sin terminar o disolver legalmente el matrimonio o la unión. Si esta es la opción elegida por una pareja, deben tener presente que no son libres para volverse a casar, ya que el matrimonio o la unión de hecho no está legalmente disuelta. Una razón frecuente para que las personas elijan esta opción es por razones religiosas o debido a los beneficios del seguro, entre otras razones.

Nulidad.

La nulidad o anulación de un matrimonio es cuando la corte declara que un matrimonio o pareja de hecho no fue legal desde un principio. Esto significa que el matrimonio o pareja de hecho nunca ocurrió porque nunca fue legal, por lo tanto, la anulación no es lo mismo que un divorcio. Existen varias razones por las que la corte puede declarar nulo o sin efecto un matrimonio o una pareja de hecho, como el fraude, una relación bígama o incestuosa, una incapacidad física o mental o porque uno de los miembros de la pareja fuese demasiado joven para casarse legalmente. Incluso en este caso, la corte tomará decisiones definitivas sobre la división de los bienes y otras posesiones, determinará si una de las partes recibirá apoyo financiero de la otra y dictará otras órdenes sobre otros asuntos relacionados como la custodia y la manutención de los hijos si existen niños involucrados. Independientemente de la opción que usted crea que se adapta mejor a su situación personal, es recomendable que consulte con un abogado de derecho familiar antes de tomar cualquier decisión que afecte su vida a largo plazo. Siempre puede llamarnos, estamos más que contentos de poder ayudarle a pasar por este proceso, recuerde que usted no está solo.